La colaboración de Construye Mundo con el Hogar María Goretti en la capacitación profesional de mujeres jóvenes en situación de vulnerabilidad no es algo reciente. Desde 2017 y durante cinco años consecutivos, hemos estado brindando nuestro respaldo a diferentes grupos de mujeres de edades comprendidas entre 18 y 25 años. Durante un período de dos años, estas jóvenes reciben formación integral en diversas áreas, como el aprendizaje del idioma inglés, la preparación de platos de cocina internacional y senegalesa, la gestión de la economía familiar, habilidades en costura, teñido de telas, así como tareas de limpieza y planchado.
Este programa les proporciona las competencias y herramientas necesarias para acceder a oportunidades laborales o emprender iniciativas económicas que les permitan prosperar y, al mismo tiempo, ayudar a sus familias.
Este año 2023, el respaldo a la formación de estas chicas ha sido posible gracias a la generosa aportación de la Diputación de Badajoz (@DipdeBadajoz) y a los fondos propios aportados por Construye Mundo (@construyemundo).
El Hogar María Goretti en Dakar, bajo la dirección de la hermana Ewa Bijos, fmm (perteneciente a la congregación de Hermanas Franciscanas Misioneras de María), acoge a un grupo de unas 56 chicas jóvenes procedentes de diversas regiones de Senegal. Estas jóvenes llegan al Hogar con inseguridades y una marcada falta de confianza en sí mismas. Esto se debe a la realidad de una sociedad que tiende a relegar a la mujer a un segundo plano, sumado a un entorno caracterizado por la pobreza. La mayoría de ellas no han completado su educación y carecen de un horizonte claro para su futuro. Para muchas de ellas, conceptos cotidianos como un horno o una cocina a gas son desconocidos, jamás han visto un frigorífico y no tienen en sus hogares ventanas que requieran limpieza.
Estas jóvenes residen en el Hogar durante un periodo de dos años, y gracias al apoyo de los fondos recibidos, los cursos que eran impartidos por voluntarios, pueden ser realizados por profesionales. Esto ha tenido un impacto significativo en la calidad de la enseñanza y en el compromiso y asiduidad de los profesores.
Por ejemplo, las habilidades culinarias adquiridas permiten a estas mujeres emprender sus propios restaurantes o servicios de catering, la formación en costura les capacita para crear y vender sus propias prendas, y la educación en economía familiar les ayuda a gestionar el presupuesto de sus hogares, ahorrar y planificar su futuro. Esto no solo contribuye a mejorar la calidad de vida de las mujeres, sino que también repercute positivamente en el bienestar general de sus familias y comunidades.
Según las Hermanas Franciscanas, todas las alumnas que completan el segundo año de formación consiguen un empleo en el que aplican los conocimientos adquiridos en el Hogar. De hecho, la demanda de estas mujeres es tal que supera el número de alumnas que se gradúan, lo que demuestra su valía en el mercado laboral. ¡Se las rifan!
