Buenos días amig@s, lector@s, soci@s y colaborador@s,
Esta semana ha sido de lo más interesante y motivadora. Dicen que para conocer la realidad de un lugar hay que estar en él, es por eso que he visitado los pequeños barrios de G’Ndar y Gooxumbacc, los auténticos barrios de pescadores donde se desarrolla día y noche ésta actividad.
Los grupos de pescadores se organizan para empezar la jornada, normalmente salen en la noche o a las 4 de la mañana, aunque cuando el mar está en calma se puede apreciar muchas barcas, llamadas ‘les piroós’. Éstas barcas se construyen de manera artesanal y se decoran con elaborados diseños en los cuales siempre van incluidos poemas religiosos para la protección de los pescadores y el nombre de familia.
Los medios de captura del pescado dependen de los recursos de cada pescador. Normalmente hay dos grupos de trabajo: los pescadores que utilizan solamente hilo de tanza y anzuelo (es muy difícil ver una caña de pescar) y los pescadores que fabrican sus propias redes. Los hombres son los encargados de la actividad, mientras que las mujeres son las comerciantes.
Tuve la suerte de conocer a Malick Kassé y a Amhadu Gueye, dos personas que me compartieron su experiencia conmigo para hoy, transmitirla directamente a vosotros y darle voz propia. Esto es lo que nos cuentan:
Entrevista Malick Kassé:
‘‘Tengo 21 años y nací en G’Ndar. Mi padre, mis tíos y mis abuelos me enseñaron el arte de pesca cuando tenía 12 años. A las 4am salgo al mar con un grupo de 5 personas, rezamos antes de subirnos en la piró (barca). Cuando el mar está agitado no podemos quedarnos en tierra, debemos salir a pescar igualmente. Cada día nos alejamos 30 km. Hay días que tenemos suerte y pescamos mucho, pero otras veces tenemos que recorrer mucha distancia. Terminamos la jornada a las 4 pm y volvemos a la playa para vender los peces. Yo me organizo con las mujeres de mi familia y ellas se encargan de venderlo en el mercado o secarlo al sol. Para este trabajo hay que tener mucha experiencia, cuando el mar está enojado te puede volcar la barca. Yo perdí a mi hermano y a varios miembros de mi familia en el mar. Aunque es un trabajo duro, yo sé que si todos los días voy al mar, mi familia que es muy grande, tendrá beneficios y los niños podrán ir a la escuela. ’’
-Entrevista Malick KAssé, pescador-
Entrevista Amhadu Gueye:
‘‘Tengo 37 y nací en Richard Toll. Cuando tenía 5 años empecé a trabajar en las plantaciones de azúcar. Un día mi familia decidió venir a San Luis y nos convertimos en pescadores. El mar es grande y frío, así que tenemos que trabajar en equipo. Hay muchos días que no salimos a pescar y nos dedicamos a reparar las redes. Éste es mi trabajo preferido, lleva muchos días la reparación, yo reparo hasta 800 metros de red. Las personas del barrio me encargan hacer redes para ellos.
Pescar con red es más fácil y rápido, pero no todo el mundo puede comprar una red. En los últimos años, aunque las redes nos han facilitado el trabajo, observamos como vienen los grandes barcos y se llevan todo el pescado. El grupo de pescadores de Gooxumbacc nos hemos organizado en protestas y manifestaciones en el ministerio de pesca. Pero poco nos escuchan. Los barcos extranjeros se llevan toneladas de peces y solo pagan una pequeña multa al gobierno. Como esta situación continúa, hemos tenido que aprender a convivir con el problema y buscar otras zonas para pescar. Si ni el gobierno ni la ley respetan nuestra principal fuente económica, llegará el día que no haya nada más que pescar y los barcos se irán a otros países para seguir destruyendo éste recurso. Yo confió en que esto poco a poco va a cambiar. ’’
-Entrevista Amhadu Gueye, pescador-
CON LOS PEQUEÑOS PESCADORES DE GNDAR
Esquema gráfico del recurso pesquero
Como podéis ver en el esquema, cuando el recurso pesquero es manejado directamente por las personas locales crea beneficios y mantiene la economía del lugar. En San Luis la pesca aporta beneficios tanto a hombres como a mujeres. El pueblo senegalés queda excluido de todo beneficio cuando el recurso pasa a manos extranjeras. Éste ‘’libre comercio’’ ya está teniendo efectos negativos en la soberanía alimentaria. Aunque lo más sensato sería compartir este recurso de manera justa y con equidad, las cosas se siguen tramitando por debajo de la mesa. Claramente esto también ocurre en los sectores de la agricultura y la ganadería, en muchos países del mundo.
Me gustaría que la próxima vez que vayáis al supermercado o a la pescadería investiguéis de dónde viene realmente el producto y os preguntéis qué beneficio realmente ha podido obtener el país de origen.
Como dice el fragmento de la carta de los pueblos por el derecho a la alimentación:
‘’Es tiempo de dar prioridad a la producción nacional, de fortalecer la cooperación y solidaridad entre productores y consumidores, de mantener la vigencia de la comunidad, la justicia económica y social, la sostenibilidad ecológica y el respeto por la autonomía local y la democracia con igualdad de derechos para todas las mujeres y los hombres’’
Muchas gracias amig@s, lector@s, soci@s y colaborador@s,
Pronto más noticias…
De momento: Tomemos las riendas y avancemos por el camino de la equidad.