Hace ya 4 años que Construye Mundo inició un proyecto de colaboración con un grupo de mujeres en esta aldea de Podor, situada cerca de la frontera con Mauritania, en el noroeste de Senegal. Esta zona se encuentra en pleno Sahel, donde las continuas sequías y desertificación debido al cambio climático se están acentuando, con el consiguiente deterioro de las condiciones de vida de las comunidades rurales.
Este grupo de mujeres trabaja en una unidad de procesamiento de cereales, frutas y verduras. Se ha constituido además como Grupo de Interés Económico (GIE), tras una serie de trámites administrativos, lo que les permitirá vender sus productos más allá del mercado local y dirigirse a diferentes categorías de compradores. En 2020 Construye Mundo apoyó esta agrupación de mujeres, proporcionándoles una máquina descascarilladora de arroz y materiales para la transformación del arroz, además de facilitar la formación en técnicas de transformación y conservación de este cereal y otras frutas y verduras.
A pesar de las mejoras logradas, las mujeres carecían aún de medios técnicos suficientes para aumentar y sobre todo diversificar sus producciones y así asegurar el desarrollo de su economía y la seguridad alimentaria de ellas y sus familias.
En colaboración con la ONG 3 D (la contraparte de Construye Mundo en Senegal) las mujeres definieron sus necesidades: un molino de mijo para transformarlo en harina y pequeños materiales para el procesamiento y conservación de sus frutas y hortalizas.
Gracias a la generosa colaboración de la Fundación Fuerte, Construye Mundo pudo responder a esta solicitud y en marzo de 2024 las mujeres recibieron en Podor el molino y materiales diversos como espátulas, batidoras y tarros para uso en la transformación de frutas y hortalizas (patatas, tomates, zanahorias, nabos, bissap o jengibre) en confituras y mermeladas, conservas vegetales y almíbar.
Con esta iniciativa estas 30 mujeres podrán incrementar su producción y diversificar sus actividades, aumentando sus ingresos y mejorando la calidad de vida de sus familias. Además, las conservas producidas representan una fuente de alimento incluso durante los cada vez más frecuentes períodos de sequía.
