El proyecto de las mujeres de Salémata para la transformación de productos locales sigue adelante

Cincuenta y dos mujeres trabajando juntas. Solo treinta y dos de ellas han podido pagar la cuota de inscripción (el equivalente a 1,5 €) debido a la extrema precariedad de su situación. Pero eso no es un obstáculo para que participen, podrán ir pagando más adelante, conforme se vayan cumpliendo sus metas.


Cincuenta y dos mujeres de Salémata, una perdida aldea rural, por el sudeste de Senegal, en el corazón del remoto país Bassari. El sábado es su día de reunión y de trabajo para la asociación, el único día que les dejan libres sus ocupaciones en el campo, en la casa o cuidando de la familia.

 

Ese día, gracias a este proyecto financiado por la comunidad de base Ntra. Sra. de Guadalupe, se dedican a la transformación, envasado y venta de productos locales, como el fonio, un cereal parecido al mijo, considerado el cereal que mejor sabor tiene, el Karité, con cuyas nueces se fabrica la manteca de karité, tan utilizada en la cosmética, el pan de mono, que es el fruto del baobab y tiene múltiples aplicaciones tradicionales, y la miel.

 

Si solo un poco de la ilusión y el entusiasmo que ponen en su trabajo se mezcla con sus productos, estos deben ser realmente muy especiales.

 

Todas estas actividades las llevan a cabo en un local, cedido por las FMM (Franciscanas Misioneras de María), que también les echan una mano con la contabilidad.

 

Ellas mismas se han ocupado de limpiar y adecentar el local, que también ha sido rehabilitado, para un uso adecuado del mismo. Con ayuda de los fondos enviados por Construye Mundo, se ha pintado, arreglado la puerta y reconstruido el pequeño muro circundante para evitar la entrada de los animales. También se ha colocado un cartel informativo con los productos a vender y los teléfonos de contacto para los pedidos.

Antes y despues vallado muro y cartel

Ahora, viendo los primeros beneficios de su esfuerzo y su trabajo, han comenzado a ahorrar para, una vez finalizados los fondos del proyecto, en un futuro cercano, poder invertir en la compra de nuevas materias primas, o repartir alguna parte en caso de necesidad durante la época de sequía, donde su situación es particularmente dura y en ocasiones no tienen para comer.

transformacion pan de mono mujeres Salemata

Los beneficios de la actividad que estamos desarrollando en Salémata no se quedan solo en el grupo de mujeres, sino que también se extienden al desarrollo de toda la aldea.

 

Algunas de ellas trabajan también en un huerto comunitario, que se encuentra al lado del local donde llevan a cabo la transformación de productos locales. El terreno cuenta con un pozo que se queda sin agua en la estación seca y que necesita ser ahondado para poder disponer de agua durante todo el año para regar y también para la limpieza en la transformación del fonio. Profundizar el pozo es otro de nuestros objetivos a cumplir.

 

Durante las reuniones que mantenemos periódicamente con el grupo de mujeres, podemos casi palpar su entusiasmo y su ilusión. Esta reciente confianza que están adquiriendo, las ha hecho capaces incluso de detectar ellas mismas otros posibles negocios. Uno de ellos se ha materializado en un nuevo proyecto: El alquiler de equipos para eventos, que Construye Mundo presentó a la iniciativa a Santander Best África, de la Fundación Santander y se pudo conseguir la financiación.

 

La tintura de telas para venta a los turistas y en localidades vecinas, aún no ha encontrado financiación, pero seguimos buscando.

 

Mujeres trabajando juntas, cooperando, riendo, creciendo y soñando juntas. Mujeres rurales que ya están empezando a ver el fruto de su esfuerzo, pero eso no es lo más importante. Lo verdaderamente transformador es que gracias a CONSTRUYE MUNDO han descubierto su poder, han descubierto que juntas son capaces de todo. Y esto no ha hecho más que empezar.

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